Miguel Calderón expone en la Diputación una muestra de pinturas inspirada en poblados de colonización, la exposición de pinturas de Miguel Calderón Paredes que bajo el título de “Arquitectura en silencio” propone visiones de pueblos de colonización construidos al amparo del Plan Badajoz en las Vegas Altas.

Natural de Don Benito, Calderón invita a un viaje por rincones de Zurbarán, Vivares, El Torviscal, Alonso de Ojeda, Valdehornillos, Yelbes, Gargáligas, Pizarro, Ruecas, Conquista, Los Guadalperales, Entrerríos o Torrefresneda, una “pintura al vacío, arquitectura en silencio”, como señaló el director del Área de Cultura de la Diputación, Francisco Muñoz, quien describió la colección de cuadros como “una magnífica muestra de esos pueblos de colonización nacidos en los años veinte del pasado siglo, que en la obra de Calderón aparecen ocultos de gente en la solana veraniega de las Vegas Altas”.

Y así es. Las calles, viviendas, entornos y rincones recogidos por la paleta del artista aparecen desnudos de vecinos, vacíos de chiquillería, sin estorbos que distraigan de “paisajes que enlazan nuestro ser íntimo con la ensoñación de unos espacios apacibles y atemporales”, al decir de Lourdes Román, conservadora del Museo Provincial de Bellas Artes y responsable de la sala “Vaquero Poblador”.

El modo de percibir el espacio en Miguel Calderón presta para Román una atención a lugares misteriosamente quietos, pueblos que nacieron de las ideas regeneracionistas de Joaquín Costa y que el pintor la vincula con la arquitectura esencializada. “Sus obras -considera- tienen un aspecto físico muy definido, estructuras revestidas de una perfecta geometría, torres-campanario, muros blancos, elementos básicos”.

El diputado provincial y concejal del Ayuntamiento dombenitense, José Luis Quintana, quiso estar presenta en la muestra de su paisano recordando que ambos “son muy de Don Benito”. Para el político se trata de una agradable exposición de obras que reflejan la personalidad de poblados nacidos a principios del siglo XIX, que tuvieron su estímulo con la Segunda República y que el franquismo impulsó revistiéndolo de cierto populismo.

“Llama mucho la atención su arquitectura, viviendas sostenibles en muchos casos, con huertos interiores en otras que diseñaron los arquitectos más prestigiosos de la época. Muchos se construyeron sin luz ni agua, otros con tierras insuficiente para poder subsistir, si bien  lo curioso de estos pueblos es que están vivos y no pierden población, tiene agua y regadíos y aunque parecen todos iguales son todos distintos”, indicó Quintana.

Miguel Calderón es hombre parco en discursos. “Que cada uno extraiga su propia opinión cuando visite esta sala”, alcanzó a decir, añadiendo que “siempre me han impresionado los pueblos de colonización y su diferencia arquitectónica con los municipios rurales tradicionales, pueblos con una historia importante para Extremadura por la vanguardia arquitectónica que supuso en el momento en que se diseñaron”.

Esta exposición permanecerá abierta al público hasta el 31 de octubre con el siguiente horario: de lunes a viernes de 10 a 14 y de 17:30 a 21 horas. Sábados sólo en horario de mañana.