La Universidad de Extremadura ha participado en un proyecto europeo, liderado por Agroscope en Suiza, que ha permitido investigar el impacto de la agricultura ecológica en los ecosistemas.
Según ha informado la UEx en nota de prensa, el estudio ha permitido investigar las fincas en doce regiones con diferentes sistemas de producción. Concretamente, en Extremadura, se estudiaron los olivares extensivos de Tierras de Granadilla, junto con otros olivares de Túnez en la región del Sahel, viñedos de Italia, y explotaciones agrícolas y mixtas de diferentes países de Europa Central.
Para el desarrollo del proyecto europeo Bio-bio, coordinado en España por el Grupo de Investigación Forestal de la Universidad de Extremadura en cada región, se seleccionaron una media de entre 12 a 20 fincas al azar, "la mitad de ellos con certificación ecológica durante al menos cinco años", aclara a UEx.
Los resultados del estudio apuntan a que sin la puesta en marcha de medidas adicionales, tales como muros de piedra, arroyos o líneas de árboles, por ejemplo, la agricultura ecológica, por sí sola, "no supone grandes ventajas a la hora de mantener la biodiversidad de las zonas rurales".
Además, las especies extras que albergan estas parcelas manejadas biológicamente proceden, casi exclusivamente, de los márgenes de los cultivos.
"MEDIDAS ADICIONALES"
Uno de los investigadores de la UEx que ha trabajado y, además, ha dirigido la parte española de esta investigación financiada por la Unión Europea, Gerardo Moreno, ha explicado que el estudio ha permitido conocer que "la ganancia en biodiversidad de la agricultura ecológica es limitada, mucho menos beneficiosa de lo que cabría esperar inicialmente, al limitarse casi exclusivamente a las parcelas cultivadas y no traduciéndose en una mayor biodiversidad a escala de finca o paisaje".
Por eso, ha explicado Gerardo Moreno, este trabajo ha demostrado que "necesitamos medidas adicionales como el mantenimiento de hábitat no productivos o marginales, dentro de los sistemas agrarios, donde se desarrolla un gran número de especies diferentes. No basta con un manejo ecológico".
Al comparar el número de especies en estas fincas ecológicas con las de manejo intensivo, los expertos no han encontrado una gran diferencia en el número de especies. En general, se hallaron más variedades de plantas y abejas en las fincas ecológicas, pero las diferencias para otros grupos como las arañas y lombrices de tierra han sido casi "inexistentes".
De ahí que los científicos que han realizado esta investigación, indica la Universidad, aconsejen la creación, en los propios sistemas agrícolas, de infraestructuras ecológicas o también llamadas verdes, "que permitan la preservación de hábitats ricos en especies".
Es preciso, ha asegurado Gerardo Moreno, "promover el conocimiento de los agrosistemas, en la medida en que su manejo y su estructura afecta al biodiversidad en sí y al territorio en su conjunto".
"Es importante que sean conscientes de ello los agricultores que poseen parcelas privadas, pues lo que a título particular realizan en sus fincas puede ser crucial para el mantenimiento de los suelos, para evitar la degradación o pérdida de productividad", ha dicho.
PÉRDIDAS DE ESPECIES Y DE GENÉTICA
Otro de los puntos de la investigación abordaba la escala de explotación, es decir, si las fincas ecológicas albergan más especies que sus vecinos no-orgánicos.
En este sentido, según ha subrayado la Universidad haciéndose eco del estudio, que los investigadores han considerado que la situación es de "gran alarma e inquietud" para la comunidad científica.
De hecho, en opinión del profesor Moreno, "los campos europeos están asistiendo a una pérdida progresiva de productividad y están bajando tanto la variedad de especies como la diversidad genética que afecta, también, a la dispersión de semillas, a la polinización, al reciclado de la materia orgánica y, finalmente, vamos creando sistemas agrarios menos vivos y, por tanto, más dependientes de los aportes del hombre, más dependientes de los fertilizantes, de los riegos o de la energía.",
Por ello, y tras los resultados del estudio, los expertos apuestan por sistemas "capaces" de integrar estas otras medidas que apoyan la sostenibilidad, indica la UEx en la nota.
Para llevar a cabo el estudio y poder evaluar la diversidad genética y específica, la diversidad de hábitats y el manejo agrícola en los diferentes hábitats de cada finca se han monitorizado siguiendo un protocolo estandarizado, de tal manera que en cada parcela seleccionada, todas las plantas, lombrices, arañas y abejas han sido muestreadas y cuantificadas las diferentes prácticas agrícolas
PROYECTO BIOBIO
El proyecto de investigación BioBio, perteneciente al Séptimo Programa Marco de la Unión Europea, ha tenido como objetivo desarrollar un método para cuantificar la biodiversidad en diferentes tipos de explotaciones de agricultura ecológica.
El consorcio internacional liderado por Agroscope en Suiza, con la participación de la UEx, ha desarrollado un conjunto de indicadores de biodiversidad aplicables al conjunto de Europa, así como "relevante" y de "gran utilidad" para los agricultores y otros grupos de interés.
Los resultados obtenidos entre 2010 y 2013 han sido publicados recientemente en la revista científica Nature Communications.