Rafael Lemus reclama una investigación sobre la Guerra Civil cuyas conclusiones sean acatadas por todos los partidos políticos

Rafael Lemus ha resaltado hoy que la Transición fue un medio para llegar a un fin, la democracia. Asegura que con la Transición se silenciaron muchas preguntas que necesitan respuestas para cerrar página. Que el silencio es utilizado por la derecha para distorsionar, para equilibrar culpabilidades y evitar la sombra de muerte y sufrimiento que recaería sobre aquellos españoles que quisieron exterminar a muchos otros por pensar diferente.

Rafael Lemus reclama una investigación sobre la Guerra Civil cuyas conclusiones sean acatadas por todos los partidos políticos, derogando la ley de punto final de 1977. El secretario general del PSOE de la provincia de Badajoz ha pedido a la Iglesia que condene la Dictadura franquista y haga acto de contrición por aquellos miembros de su curia que colaboraron con el régimen franquista de manera activa: “la Iglesia española, que tanto partido ha tomado en la historia de este país, debería jugar también un papel importante en la cicatrización histórica”.

El secretario general de los socialistas de la provincia de Badajoz, Rafael Lemus, ha resaltado el valor del acto desarrollado en memoria de los asesinados en 1936 para todos los socialistas, pues es un punto de referencia ideológico. Lemus señala que actos como este ejemplifican el amplio legado recibido en un partido con tanta historia, “con más lágrimas que sonrisas, con más de la mitad de la existencia del partido en que ha sido perseguido, con un partido lleno de mártires, con un partido lleno de valentía y de dignidad”.

El senador socialista Francisco Fuentes ha recordado en su intervención los cinco años previos a la Guerra Civil. En su análisis ha profundizado en los cambios de aquel tiempo, el paso de “la alegría a la muerte, de la esperanza al odio, de la confianza al exterminio, de la ilusión al desastre”. Asegura que los recelos a la República se iniciaron desde la Iglesia, los propietarios de grandes extensiones agrícolas y sectores del Ejército, y todo fundado porque el sector político pasó de las oligarquías y la Iglesia a las clases populares que venían viviendo miserablemente y cuyas protestas terminaban siendo condenadas por la Iglesia, contraria al sufragio universal y al liberalismo, y sofocadas a tiros por la Guardia Civil o el Ejército que preservaban los privilegios de las clases más pudientes. “La identificación de la clase trabajadora con los enemigos de España, socialistas/republicanos, fueron acusados de antiespañoles”, señala Fuentes.

Ante todo esto, el Gobierno de la República establece cambios profundos que modifican el poder anterior. Cuando gana la derecha en 1933 llega también el ajuste de cuentas con la izquierda y con los republicanos. Ha recordado asesinatos en Salvaleón, Zalamea, Hornachos o Badajoz, donde fue asesinado en 1935 un diputado nacional, Pedro Rubio, o que de 1933 a 1935 un total de 1134 alcaldes socialistas fueron destituidos por el Ministerio del Interior y sustituidos por gente de derechas. “Desde que se inició la sublevación, los grupos sociales que la apoyaron tenían como objetivo el exterminio de los republicanos y de la izquierda, algo que no acabó en 1939, sino que siguió decenas de años después con fusilamientos y campos de concentración”, concluye Francisco Fuentes.
 
Por su parte, el secretario general de los socialistas pacenses, Celestino Vegas, ha dicho que actos como el desarrollado hoy en el cementerio viejo de Badajoz son un recuerdo a todos aquellos asesinados hace 77 años que murieron “por defender la legalidad constitucional, salida de las urnas y votada libremente”. Un homenaje que lleva implícito que aquellos hechos no vuelvan a suceder, “que nunca más la fuerza de la razón se ponga de rodillas ante la razón de la fuerza, que nunca más los fusiles atropellen a las ideas y a las ideologías”. Vegas también ha tenido un recuerdo al que fuera presidente del PSOE de Badajoz, Paco Miranda, fallecido en enero pasado y asiduo siempre.