Tres años después de su último concierto en Mérida, volvía a vibrar el STONE&MUSIC Festival con la banda de indie rock Izal. En palabras de su cantante y haciendo referencia a su nuevo álbum, el Teatro Romano fue el “hogar” elegido para su despedida en Extremadura.
Con el monumento teñido de rojo y su canción Fotografías daba comienzo un directo de cerca de dos horas lleno de energía y fuerza con el que un público entregado de más de 3.000 personas pudo disfrutar. La noche fue un repaso a los 12 años de la banda donde se pudieron escuchar grandes éxitos como `Copacabana´o ´Pánico práctico´ sin olvidar los temas más recientes de su último disco ´Hogar´
El guitarrista de la banda, extremeño y natural de Calamonte, Alberto Pérez o, como le llaman los suyos, Albertini, volvía a tocar con gran emoción para su familia y amigos que se encontraban entre los asistentes. Aunque no fue el único en sentirse así, ya que todo el grupo confesó estar “muy a gusto” tocando en un sitio tan privilegiado como este. Alberto habló sobre cómo hace 12 años tuvo que ir a Madrid a buscarse la vida donde conoció a su equipo y generó un emotivo momento al recordar el nacimiento de su hija en 2019, el año de su última actuación en Mérida y su hijo este mismo año, coincidiendo con su gira de despedida. Con esta bonita introducción tocaron uno de sus temas más populares, declarando que sus hijos eran su “Pequeña gran revolución”
Cabe destacar el notorio e impactante juego de luces que iluminaban el monumento con proyecciones hechas especialmente para el día, donde se pudieron ver imágenes de la banda desde sus inicios, emisión en directo del concierto a modo de pantalla gigante e incluso un cúmulo de maleza y vegetación rodeando las columnas.
Uno de los momentos más divertidos de la noche fue en el que Izal insinuó que el teatro estaba lleno de personas que no se sabían las canciones y pidió que se levantaran. Tras dedicarles un aplauso comentó que todas ellas estaban allí por un bonito motivo, acompañar a un ser querido ilusionado con el concierto. Así presentaban ´Los seres que me llenan´.
La emoción se palpaba cuando la banda al completo bajó del escenario para estar cerca del público y tocar ´Qué bien´ con ukelele, melódica y pandereta. Las 3.000 voces del teatro corearon este himno acompañando al grupo, quienes explicaron que “os queremos sentir muy cerca”
Agradeciendo la labor de los sanitarios durante la pandemia se despedían de Extremadura y recordaban a aquellas ´Mujeres de verde´ que lo dieron todo para ayudar a los demás en los momentos más difíciles. De esta forma se ponía punto final a una noche mágica que será difícil de olvidar para todos los allí presentes.