La primera noche del Concurso de Murgas de este recién estrenado 2010 estuvo pasada por agua. Y no precisamente porque cayeran algunas gotas. Fueron tres las agrupaciones que nos hicieron trasladarnos al mundo marino con sus repertorios, a cada cual más original.

La murga de Alconchel fue la encargada de romper el hielo en esta fase de preliminares. Los Repesca se metían en la piel de capitanes del Carnaval, con una actuación a la que no le faltó la originalidad en los ritmos y una buena conjunción de voces. Con un repertorio más serio, nos mostraron la dureza de la vida de un capitán, comparándola con el esfuerzo que supone para un murguero preparar durante muchos meses su actuación. Sus letras nos transmitieron su crítica más dura y su ilusión por cantar al Carnaval de esta ciudad. Los Zarigüellas fueron los siguientes en esta noche de lunes, y volvían a surcar los mares del López de Ayala, pero esta vez sobre la tabla. Estos surfistas del Guadiana sorprendieron a todos con sus trajes de neopreno, que dejaban al descubierto la esbelta figura de alguno de ellos. Sin tapujos, hicieron un repaso por la actualidad local y nacional, y aunque no destaquen por sus voces, supieron arrancar las primeras carcajadas de un público que aún estaba frío ante el comienzo de nuestro Carnaval.

Cuando las presentadoras dijimos: “Vaya lo que viene” llevábamos toda la razón del mundo. La siguiente agrupación nos trasladaba a una obra del Plan E, vestidos de conos de carretera. Un disfraz de lo más original dio juego a esta murga para elaborar sus letras más ingeniosas. Y aunque, como ellos defendían, saben que pueden tener ciertas carencias a nivel musical, personalmente destaco su sentido del humor, que he de reconocer que me sorprendió como un nuevo descubrimiento.

Al ecuador de la primera jornada de preliminares llegamos con Marwan, que igualmente venía con el agua al cuello. Conseguían, sin duda, convertir el escenario en una pecera, que sorprendía en la puesta en escena al ver a estos peces reflectar sobre un fondo negro. Unos trajes muy coloridos, unos ritmos alegres y pompas de jabón inundaron el López de Ayala arrancando los aplausos de todo el público. Cabe destacar la ausencia de numerosos componentes en esta agrupación, cosa que no ha sido ningún impedimento para que Marwan siga fiel a su estilo, e incluso este año haya evidenciado de forma inminente su sentido del humor. Una actuación muy completa y trabajada que, sin lugar a dudas, les convirtió en los triunfadores de la noche.

El turno llegó entonces para Los Chalaos, que nos presentaron su lugar de trabajo, Talleres El Rápido. Vistieron el escenario de blanco y naranja, y a pesar de su juventud, defendieron una actuación muy completa en la que no dejaron de apretar tuercas ni un segundo. Con un jefe inmejorable, supieron demostrar su profesionalidad como mecánicos, a la vez que su pasotismo cuando Samuel Colomer miraba para otro lado. Voces afinadas, pasodobles serios y una despedida que, gracias a la percusión, nos hizo viajar por momentos hasta el desfile de comparsas.

Pero si queremos destacar el disfrute de una murga encima del escenario, vamos a hablar entonces de Los Auténticos. Tras su descalificación en el pasado año por exceso de tiempo, venían con una actuación muy completa, a la vez que complicada, porque hablar por la boca de dos puede resultar un poco lioso. Estos “ventrilocos” supieron sacar partido a su ‘viejo verde’ para poner la nota de humor en cada una de sus letras. En mi opinión, otra de las sopresas de la noche.

Finalmente, Los Peleles fueron los encargados de poner el broche de oro, y nunca mejor dicho, porque estos chicos venían cargaditos de dinero. Muy decididos, salieron al escenario dispuestos a comerse al mundo, y es que tampoco lo han tenido muy difícil en su vida estos banqueros. Un repertorio de lo más animado, con unas melodías muy acordes al tipo, no dejaron de lado nuestros problemas locales y transmitieron su devoción por el carnaval, un tema que suelen tener en común estas murgas más jóvenes. Siendo su segundo año, supieron dejar un muy buen sabor de boca de este lunes de murgas.

Estefanía Rodríguez